Chevrolet organizó el debut oficial del rediseñado Camaro en Belle Isle, en el centro de Detroit, a menos de un año del lanzamiento de la última versión del Mustang de Ford Motor Co.
El Camaro, el Mustang y el Dodge Challenger de FCA, otro muscle car deportivo de dos puertas de diseño retro de los 60s, están recibiendo un segundo aire gracias a los menores precios de los combustibles y a la nostalgia entre la generación «baby boomers» por los días de gloria de los automóviles potentes de Detroit.
Esos días terminaron hace unos 40 años, cuando los precios de la gasolina se dispararon y entraron en vigor las normas federales de eficiencia en el consumo de combustible.
Ahora las compañías de Detroit usan motores avanzados y tecnología en la transmisión para poner esos viejos nombres en automóviles que en muchos casos son más poderosos y más seguros que los originales.
El totalmente nuevo Camaro, al igual que el nuevo Mustang, representa una evolución del estilo, es más elegante por dentro y por fuera, pero con varias referencias visuales a sus ancestros de la década de 1960.
El Camaro es un recuerdo de que los consumidores de 50 años y más aún compran en su mayoría vehículos nuevos, incluso en momentos en que los publicistas de Chevrolet se concentran cada vez más en la generación del milenio, gente de 18 a 34 años que ahora son la mayor cohorte demográfica en Estados Unidos.
El Camaro 2016 es más largo y más ancho que la versión anterior, pero es 90 kilogramos más ligero, dijo GM. Una versión del vehículo saldrá a la venta con un motor de 2,0 litros turbo, pero habrá dos más potentes: uno con motor V6 de 3.6 litros y habrá otro, un Camaro SS, con un motor V8 de 6.2 litros LT1 de 455 CV.