RFID Radio Frequency IDentification #camiones #flota #rfid @juanmorellok
RFID es la identificación por radiofrecuencia que permite capturar y almacenar datos ofreciendo distintas utilidades, entre ellas, controlar los neumáticos de los camiones; siendo esto de vital importancia si tenemos en cuenta que los mismos representan el segundo mayor costo luego del combustible.
Evitar el robo de neumáticos es fundamental a la hora de preservar la inversión en un camión o en una flota. RFID es una sigla que significa Radio Frequency IDentification, en español identificación por radiofrecuencia, y es la segunda generación en captura de datos.
RFID es un sistema de almacenamiento y recuperación de datos remotos que utiliza dispositivos denominados transpondedores o tags RFID, los cuales pueden tener diversos formatos, por ejemplo, Etiquetas, parches de goma, encapsulados industriales, etc. El propósito fundamental de la tecnología RFID es transmitir la identidad de un objeto (similar a un número de serie único) mediante ondas de radio. Las tecnologías RFID se agrupan dentro de las denominadas Auto ID (automatic identification), porque generan una identificación automática del producto.
Una cubierta de camión puede costar desde $5000 hasta $17000 y suele ser común el robo de las mismas con la consiguiente pérdida económica que esto puede representar, por ejemplo, para una compañía que cuenta con una flota de camiones y que ha hecho una gran inversión en neumáticos.
Pablo Martínez, especialista en RFID de symbAR, Grupo Hasar -una empresa argentina que desde hace más de 45 años se dedica al desarrollo de soluciones tecnológicas de vanguardia-, explica que la Identificación por radiofrecuencia es una tecnología que permite leer varios ítems en simultáneo y, a diferencia del código de barras, nos permite leer cientos de productos en apenas segundos.
Además de la identificación de neumáticos, Grupo Hasar posee soluciones RFID que permiten automatizar procesos industriales, reducir el tiempo de los controles de stock, rastrear productos y controlar pedidos, entre otras aplicaciones.
Existen en el mercado dos grandes tipos de tags de RFID, los del tipo pasivos y los activos. En el caso de los tags pasivos, la captura de la información almacenada en el chip se realiza a través de una antena que al irradiar ondas de radiofrecuencia energiza el chip del tag y este devuelve la información almacenada. Son mucho más económicos y discretos que los activos, por no disponer de una batería interna para operar.
Con solo colocar un chip en cada rueda es posible controlar que los vehículos que ingresan o egresan de un centro de distribución posean todos los neumáticos originales y detectar en forma automática si los mismos fueron sustraídos o cambiados por otros. De este modo, la tecnología RFID, como parte de la IOT (Internet de las Cosas) permite no sólo generar un ahorro sino también mejorar la rentabilidad de las empresas, en un camino de evolución que recién comienza.