#dieselgate #naftagate #software @vwargentina @cristiang_s
– son exactamente 430.046 vehículos con el software Bosch
– son recientemente fabricados
– son autos/SUVs de cuatro marcas del grupo
– nota final de PruebautoS
Volkswagen va al frente y da nuevas cifras de autos que poseen en sus computadoras el programita.
Ahora ha informado que 430.046 vehículos de su última gama, la del año 2016, están cargados con el «IF > ENDIF > GOTO» para engañar los controles de emisión de dióxido de carbono (CO2). Afecta a autos que se están vendiendo en estos momentos en toda Europa y en otros continentes.
Hoy el Grupo es el segundo productor mundial detrás de Toyota. Este affair del #Dieselgate le ha pegado fuerte y han bajado notablemente sus ventas. Este fenómeno sucede en aquellos países en donde el cliente tiene una conciencia entrenada para el cuidado del medio ambiente.
VW se puso en contacto con las autoridades fiscales de los países donde tiene vehículos circulando con ese sofware instalado para asegurarse de que todas las multas y peticiones de arreglo les sean enviadas.
El Recall será de orden público para todos sus clientes, para que estos puedan reconocer si sus queridos autos tienen problemas. En un ejercicio de transparencia, la compañía prevé ahora que la KBA (Autoridad Alemana de Vehículos y Transportes) revise las cifras de emisión de CO2.
Entre los diversos modelos de la gama 2016 afectados destacan vehículos tan populares y comercializados como por ejemplo:
Volkswagen Polo, Golf, Touran, Tiguan, Jetta, Scirocco, Passat, Caddy, y Eso;
Audi A1;
Seat Ibiza, Toledo, Leon;
Skoda Fabia, Octavia, Superb, Rapid y Yeti
Deberá reparar a todos los vehículos manipulados para que cumplan la normativa medioambiental europea. Aún así se garantizó que la seguridad de los vehículos está asegurada y no harán falta reparaciones.
Los principales motores nafteros y diésel afectados son uno de tres cilindros y varios de cuatro cilindros. Estos últimos son los 1.0, 1.2, 1.4, 1.6, 1.8 y 2.0 litros.
El 3 de noviembre Volkswagen anunció que también había hasta 800.000 vehículos más con irregularidades en la emisión de CO2. El caso se sumaba a los más de 11 millones de coches diésel afectados reconocidos en septiembre. Ahora deberá hacer frente a múltiples penalizaciones, no solo en Estados Unidos y Alemania, sino en todas partes del mundo.
Aunque en un principio anunció que reservaba 6.500 millones de euros (6.929 millones de dólares) para sufragar los costos del escándalo los nuevos episodios han llevado a negociar con los bancos para pedir 20.000 millones de euros (21.320 millones de dólares) adicionales de crédito. La compañía no ha dado aún cifras oficiales de hasta cuanto puede ascender el revés pero los analistas apuntan a que podría llegar hasta los 50.000 millones de euros (53.299 millones de dólares), lo que supondría una dura estacada para Volkswagen.
Una pésima decisión de unos pocos puede atentar contra el gigante automotriz europeo y, por consiguiente, en forma casi directa, a sus trabajadores que nada tienen que ver con estas pésima formas de obrar.
A la durísima caída que ha sufrido en las Bolsas europeas, donde su valor se ha desplomado hasta un 45%, el pasado 4 de noviembre se le sumó la noticia de que la agencia de calificación Moody’s rebajaba la nota de solvencia del Grupo con sede en Wolfsburgo, lo que alejaba aún más a los inversores.
Lo cierto es que se hace difícil que un conglomerado industrial de la magnitud del Grupo Volkswagen, de su condición de líder empresarial alemán y de primer fabricante de vehículos en Europa, pueda ir a la quiebra. Antes el gobierno alemán y la banca comercial germana acudirán en auxilio por la significación que tendría el desplome de tamaña organización y su impacto en el empleo.
La sucesión de escándalos en Volkswagen está poniendo en apuros a su nuevo Presidente, Matthias Müller. El tiempo es oro para intentar frenar la sangría y por eso el pasado viernes se dio a los empleados hasta el próximo 30 de noviembre para revelar cualquier tipo de información que conozcan sobre el #Dieselgate a cambio de no sufrir las consecuencias.
Terminado el plazo de esta medida amnistía, el grupo dejará en manos de consultoras externas la investigación de las prácticas de sus trabajadores. A pesar del cambio de cúpula que se llevó a cabo para limpiar su imagen algunas voces han pedido investigar las responsabilidades de los nuevos mandos.