BMW después de 100 años tiene 30 fábricas en 14 países
#BMW @BMWARGENTINASA #100años @MINIArgentina
BMW es un fabricante alemán de automóviles y motos de alta gama. Actualmente cuenta con otros negocios automotrices como Mini y Rolls Royce.
Sus comienzos fueron la fabricación de motores de aviones. La empresa nace el 7 de marzo de 1916, durante la I Guerra Mundial, como Bayerische Flugzeugwerke (Fábrica Bávara de Aviones)
Poco después, tras la derrota de Alemania, el Tratado de Versailles de 1919 prohibió a Alemania que fabricara aviones, por lo que la empresa debe reinventarse.
En 1922 es refundada con el nombre de Bayerische Motoren Werke (Fábrica Bávara de Motores), y adopta el logo azul y blanco con forma de hélice, un emblema que combina los colores del estado alemán del cual es originaria y sus primeros pasos en el sector de la aviación.
“Aquello por lo que se conoce más a BMW hoy en día, los coches, es lo que llegó en último lugar a su cartera de actividades”, contó a la agencia AFP Manfred Grunert, el historiador de la empresa.
Actualmente la empresa fabrica autos y motos premium, como los lujosos Rolls-Royce y los deportivos Mini, y cuenta con 30 fábricas en 14 países. Actualmente emplea alrededor de 116.000 colaboradores y en 2014 tuvo un volumen de negocios de 88.000 millones de dólares.
Tras haber lanzado su primer modelo de moto en 1923, BMW se lanzó en la fabricación de autos en 1928 con la compra de una fábrica en Eisenach, en el centro de Alemania. En la década de 1930 crea la berlina 326 y el biplaza descapotable 328 y desarrolla su propio estilo, con la calandra que se convirtió en distintivo de la marca: la parrilla conocida en el ambiente como “los riñones” de BMW.
Durante el régimen nazi, la marca contribuyó a la industria armamentística y volvió a sus orígenes fabricando motores para aviones. A partir de 1939 la empresa utiliza a miles de prisioneros de guerra y de detenidos de los campos de concentración en sus fábricas, un capítulo oscuro que permaneció silenciados hasta la década de 1980.
Cuando termina la guerra, la empresa ya no es ni la sombra de lo que fue y sobrevive fabricando electrodomésticos. La producción de motos se reanuda en 1948, y la de coches en 1952, pero el éxito no llega tan rápido.
En 1959, los graves problemas financieros que arrastró durante toda la década llevaron a la empresa a estar al borde de ser absorbida por su rival, Daimler-Benz, pero un grupo de accionistas se rebela.
Uno de ellos, Herbert Quandt, hijo de un industrial muy conocido, salva a la marca con una masiva inyección de capital.
“Sin su compromiso, hoy BMW sería una fábrica de Daimler”, estimó Grunert. La familia Quandt sigue siendo hoy uno de los mayores accionistas de BMW con una participación del 47%.
Sin embargo, el apellido Quandt también está marcado por el periodo nazi, ya que el padre de Herbert, Günther Quandt, estuvo casado con la que se convertiría en la esposa de Joseph Goebbels y aprovechó el espolio a comerciantes judíos para hacer negocios.
En la década de 1960, BMW encadena varios éxitos con modelos berlina y lanza el lema “El placer de conducir”. Su presidente entre 1970 y 1993, Eberhard von Kuenheim, es quien da el paso hacia la internacionalización.
En la década del 2000 la marca incursiona más allá de las berlinas y prueba con los 4×4 citadinos y algunos modelos compactos y después se convierte en precursor de la industria alemana de los coches eléctricos, con el modelo BMWi3, un auto 100% eléctrico.